ARTÍCULO DE OPINIÓN Javier García

Por un pacto educativo navarro y nacional

El portavoz del PPN de Educación, Javier García
El portavoz del PPN de Educación, Javier García

Ahora que la nueva consejera de Educación, María Solana, va a tomar las riendas del maltrecho departamento que le dejó su antecesor, José Luis Mendoza, se presenta una oportunidad de oro para remendar las políticas sectarias que han sido el pan de cada día en este ámbito y que han cosechado las críticas de toda la comunidad educativa.

La idea es, ni más ni menos, que los ciudadanos puedan disfrutar de una educación de calidad. Para ello, la Administración debe garantizar una oferta plural y equitativa, de modo que todos los navarros tengan acceso a ella en igualdad de condiciones e independientemente de la red que elijan -concertada o pública- desde el ejercicio de su libertad.

                               

De este modo, es fundamental alcanzar un pacto educativo entre todas las fuerzas políticas y miembros de la comunidad educativa, que permita implantar medidas consensuadas, estables y efectivas que garanticen un futuro exitoso a nuestros alumnos.

 

Nos consta que en Navarra se está trabajando en un acuerdo de estas características, lo cual es positivo. Sin embargo, se basa en una concepción localista de la educación que la distancia de su papel esencial y cohesionador de la sociedad en nuestro país.

 

Una visión nacional de este pacto sería, sin duda, la clave que haga avanzar la educación en nuestra comunidad, acorde con las mejoras que se aplican en el resto del país. No podemos permitir que cada comunidad autónoma llegue a un pacto independiente, lo cual iría en detrimento del sistema educativo nacional y contribuiría a crear diferencias entre unos alumnos y otros, perjudicando a los propios estudiantes y a sus posibilidades de acceso a un mercado laboral cada vez más exigente, dinámico y competitivo.

 

Por eso, abogamos por el establecimiento de una misma línea de trabajo en todas las comunidades, que permita reflexionar sobre los retos que hay que abordar en materia educativa para poder aunar esfuerzos con un mismo objetivo.

 

En definitiva, no podemos permitir que la educación dependa del Gobierno de turno; el sistema requiere de una estabilidad nacional a partir de un acuerdo básico entre todas las comunidades, que se complete después con políticas específicas adaptadas a la situación de cada región pero siempre, insisto, enfocadas al consenso.

 

Esperamos que esta visión más amplia cale también nuestra comunidad, en aras de alcanzar un pacto de Estado Social y Político por la Educación, que permitiría acabar con las políticas discriminatorias que han copado el departamento de Educación desde que gobierna el cuatripartito.

 

Me refiero a políticas que priman tan sólo a una opción educativa, aquélla que responde a los intereses ideológicos del Ejecutivo foral y que se sintetiza, básicamente, en la creación de una escuela única, laica y euskaldún, dejando de lado al resto de navarros que piensan diferente.

 

Baste nombrar una OPE con el 70% de plazas en euskera -100 de ellas anuladas por el Tribunal Superior de Justicia-, la moratoria del PAI establecida al inicio de la legislatura, la extensión del modelo D a la zona no vascófona dando doble oportunidad a quienes elegían dicho modelo, amén de ayudas extras que no se contemplaban para otras opciones; la amenaza de suprimir los conciertos o los remoloneos a la hora de aplicar la subida salarial al personal de la concertada al igual que se había hecho en la red pública.

 

Todos ellos, ejemplos de favoritismo muy grave por parte de un Gobierno que se debe a todos los navarros y que esperamos que, con una nueva consejera al frente de Educación, no vuelva a producirse.

 

Por eso precisamente es necesario alcanzar un pacto, para que se atiendan todas las demandas y sensibilidades presentes en la Cámara foral y, por extensión, en toda la sociedad, teniendo en cuenta a todos los agentes implicados, en concordancia con las posturas adoptadas en otras comunidades. Solo así conseguiremos orquestar mejoras en la base del sistema educativo nacional y poder formar a nuestros jóvenes, el futuro del país, en la excelencia educativa. Un reto que se traducirá, sin lugar a dudas, en progreso, autonomía, crecimiento económico y bienestar social para todos.

 

Javier García Jiménez

 Portavoz de Educación del PPN en el Parlamento foral

 

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