ARTÍCULO DE OPINIÓN José Cruz Pérez Lapazarán

25 años de embalse de Itoiz

El senador navarro, José Cruz Pérez Lapazarán
El senador navarro, José Cruz Pérez Lapazarán

Han pasado 25 años desde que se iniciaran las obras de construcción del embalse de Itoiz y 15 desde que se autorizase su llenado.

Este embalse, que debería servir para asegurar el abastecimiento de agua en los próximos siglos a la Comunidad foral, aún genera oposición en el Gobierno de Navarra para su máximo aprovechamiento.

Sin embargo, nadie duda de que el agua es un elemento esencial en el desarrollo de los países, como ya declaró Naciones Unidas. El acceso al agua y su mejor gestión sigue siendo el centro de muchos de los planes de desarrollo  en el mundo, del mismo modo que su carencia y mala distribución forman parte ya de los anales  de la humanidad.

Navarra no ha sido ajena a esta situación. Las sequías forman parte de nuestra historia, remontándose siglos atrás.  De hecho, desde finales del siglo XVI se encuentran documentadas cientos de referencias de las que se deduce que las sequías afectaban a toda Navarra, pero muy en especial al centro-sur.

Aún se recuerdan sequías y rogatorias, paralelamente una y otra, en muchos de nuestros pueblos, especialmente en La Ribera.

 Las más recientes en el siglo XX se produjeron en 1909-14, 1917, 1920-21, 1938, 1944-45, 1953-54, 1964, 1973-74, 1980-84, 1990-9. Y ya, en el actual siglo XXI, se han producido casi todos los años. Estos hechos tan elocuentes evidencian lo que nos viene en el futuro, un siglo que se anuncia seco. Sus efectos más evidente serán, pues, largos  periodos de calor y  falta de agua.

En el pasado, ante la escasez, Navarra gestionó este recurso con ideas tan básicas como almacenar el agua allá donde sobraba, como en el Pirineo,  y trasportarla a zonas con necesidades.

Las primeras reflexiones sobre cómo hacerlo datan del primer tercio del siglo XX, hace casi 100 años. La idea de construir un gran canal se remonta a 1928.

La ubicación final del embalse a construir tardó muchas décadas en concretarse. Al final se decidió que fuera en Itoiz de modo que, hace 25 años, se inició su construcción. Diez años después se autorizó su llenado, y se comenzó la construcción del Canal. En el año 2008 se comenzaron a regar las primeras miles de hectáreas en Valdizarbe. Paralelamente, Pamplona y comarca se  aseguraron su abastecimiento para los siglos venideros.

De este modo, a medida que se ha avanzado en la construcción de esta infraestructura se ha demandado más regadío, y hay más solicitudes de abastecimiento.

En la actualidad, se riegan más de 23.000 hectáreas en la zona media. Este año la cifra aumentará hasta alcanzar en los próximos más de 15.000 hectáreas, en Tierra Estella.

El Canal no solo riega sino que, además, asegura el abastecimiento urbano de una gran parte de la población. En la actualidad se asegura el abastecimiento de cerca de 350.000 personas. Las previsiones se han superado frente a las  iniciales. Las demandas van en aumento en riego y agua de boca en las zonas que ya se benefician de Itoiz.

Los resultados económicos de esta transformación ya se empiezan a sentir; con el incremento del regadío los datos macroeconómicos se ven mejorados y resultan más que elocuentes. En los últimos 25 años la producción final agraria en España ha crecido el 80,9%. Mientras, Navarra, como consecuencia del agua de Itoiz, registra un porcentaje de crecimiento mayor, del 110,6%. Esto se ha reflejado además en la renta agraria disponible, que en España se incrementaba en un 69,7%, mientras que en el mismo periodo en Navarra se ha superado, hasta llegar al 77,2%. Este incremento aporta un mayor peso del sector alimentario sobre la economía y el empleo en el conjunto de Navarra. Basta conocer el aumento de comercio interior y exterior, en el que destacan las exportaciones agroalimentarias, las cuales han crecido un 92% desde 2008. Y lo más importante es la mayor demanda de las producciones del regadío que hace la industria.

Donde ha habido nuevos regadíos no solo se ha mantenido empleo sino que, incluso,  se ha incrementado. Y ante esta realidad el actual Gobierno de Navarra se opone a construir la Segunda Fase el Canal en las dimensiones previstas y propone sustituirlas por un “pequeño tubo” que impedirá en gran manera el aprovechamiento de Itoiz, limitando su desarrollo.

Se cuestiona y se dice, para no hacer el Canal en sus dimensiones originales, que Itoiz tiene poca agua para desarrollar en su integridad el proyecto inicial que regaría entre 20.000 y 30.000 hectáreas.

Los argumentos utilizados por el Gobierno foral, aludiendo a la poca agua contenida en Itoiz, son falsos como la falsa moneda.

Agua hay mucha. El embalse se construyó con un tamaño pequeño por razones medioambientales, para evitar inundar zonas y pueblos como Oroz-Betelu o Nagore, entre otros motivos. Pero el embalse de Itoiz tiene una capacidad de 417 Hm3, frente a una mayor posibilidad de regulación que asciende hasta los 675 Hm3.

Itoiz almacena solo una reducida cantidad de agua frente a la que regula. Gran parte del verano, mientras sale una cantidad de agua, va entrando otra. Es decir, sobra agua; gran cantidad de agua para llevar a La Ribera. Otra cuestión es que exista voluntad de llevarla.

Ante esta realidad, el Gobierno de Navarra tiene la llave para continuar y aprovechar al máximo las posibilidades de esta gran obra. No puede buscar excusas. Itoiz se hizo para toda Navarra y el poder público no puede entorpecer y limitar su pleno aprovechamiento.

Esta es una obra hecha en Navarra, para ser aprovechada íntegramente en nuestra comunidad, que también debería asumir su financiación basándose en su autonomía, en la cual también se involucró al Gobierno central, gracias a una buena negociación.

Ante esta realidad, el Gobierno de Navarra debe recapacitar y anteponer los intereses generales al de partidos que parecen querer volver a la Prehistoria.

 

José-Cruz PÉREZ LAPAZARÁN

Senador del PP

 

Comentarios

Los comentarios enviados fuera del horario de moderación, serán aprobados al día siguiente.